11 de Diciembre de 2016
Hoy se cumplen 4 años y 5 meses del suicidio de Aleja y dos meses del de Mauricio. Fue en octubre, en Miami. Esa muerte sacudió de nuevo las emociones y la familia, pero vemos que abre el camino a la sanación de tanta rabia, de tanto dolor y de la culpa. Este es el último manifiesto por su muerte pues con la muerte de Mauricio se cierra esa terrible historia.
Hoy se cumplen 4 años y 5 meses del suicidio de Aleja y dos meses del de Mauricio. Fue en octubre, en Miami. Esa muerte sacudió de nuevo las emociones y la familia, pero vemos que abre el camino a la sanación de tanta rabia, de tanto dolor y de la culpa. Este es el último manifiesto por su muerte pues con la muerte de Mauricio se cierra esa terrible historia.
Agradezco a la red y a los amigos el apoyo estos 4 años,
las palabras, la difusión del caso, me sentí acompañada en esa lucha. Vendrán
nuevos manifiestos pero ya no por la muerte de Aleja sino por los miles de niñas
y niños que son abusados diariamente.
Comparto la Carta que mi hijo Martín escribe
a la red a propósito de la muerte de su padre.
Carta
de Martin
Se cierra un círculo, la vida hizo su
voluntad, somos solo pequeños hijos de un misterio que no puede ser juzgado por
nuestro entendimiento humano. Aleja murió acorralada, por el pecado del hombre,
por esa malicia que devora la inocencia, porque ella era solo un niña y los
adultos no pudieron entender eso, no supieron manejar la situación de lo que
pasaba, pudo más la mentira que el corazón, que como los fariseos lo hicieron
con Jesucristo, la crucifico a ella en una angustia que no merecía.
La Justicia llega, pero no será la estrecha
mano del hombre la que la talle, será la mano de Dios y su espíritu santo, del
que nadie nunca podrá esconderse, él nos dará a todos en nuestra justa medida,
porque se obro mal y todo en la vida se paga.
De mi padre enfermo queda no solo su
mentira, queda una vida de compromiso con el nacimiento, una incesante lucha
contra su demonio interno, un ejemplo de una enfermedad en manos de “especialistas”
“enfermos” y mentirosos. Queda una gran lección para la familia, como se debe
tejer este núcleo? Como la medicina más grande es la vida misma y el amor por
compartirla, un claro ejemplo de que la medicalización psiquiátrica es miope y
arrogante, cree que va a curar la locura de esta sociedad con pastillas y
diagnósticos absolutos. El bienestar es un problema de amor, la cura para la
mente de los hombres es el amor de cristo que está vivo en las manos de cada
hija e hijo, en el vientre de cada madre, en el espíritu que nos encarna y nos
da la vida, que solo podemos experimentar en los ojos de un otro y que exige
toda la trasparencia y entrega del mundo.
Es pues Jesucristo una metáfora perfecta
para la historia de aleja; veo a los fariseos mintiendo y calumniando, veo una
justicia romana lenta y escueta que se lava las manos, veo la mezquindad de
Judas cerrando las salidas, pero al fondo, más allá del prejuicio humano,
dogmas y tabúes, brilla la luz de la resurrección, un halo de luz arco iris que
nos indica que la vida es eterna y trasciende la muerte, que Aleja vive, que
Mauricio vive, esta historia es un sacrifico de sangre que libero un linaje
entero, y más vale que los que no se han aun arrepentido de sus mentiras
confiesen ante el cielo sus pecados y tenga la vergüenza para entender que se
equivocaron y que obstinarse en mantener esa mentira es un laberinto sin
salida.
Mi padre me enseñó a comer fruta picada y a
ir al bosque, a amar el agua y el aire puros, y a saber que somos hijos de esta
santa madre pacha mama, aunque a veces nos cueste tanto trabajo respetarla.
Aleja nos deja una senda arco iris hasta el espíritu santo, donde la Fe del
amor trascenderá la muerte y nos hará uno con las estrellas, Aleja es un ángel
que vino a dar su vida por nosotros, el Milagro es verdadero, su historia vivirá
en el tiempo su valor en este cuento de fantasía llamado vida.
Ahora, el mundo se estremece, el agua está
en peligro, la paz de nuestro país está secuestrada nuevamente por la mentira,
medio oriente agoniza de dolor ante las manos de tiranos despiadados jugando un
ajedrez infernal.
No nos queda más que su arco iris y nuestra
vida que será muerte, agarrémonos a la certeza del amor, a su arco iris y demos
todo lo que tengamos para sanar este planeta, para curar las generaciones, para
regresar al fuego y al amor de nuestra tierra del que nuestra hermana nacerá
una y otra vez entregando un propósito con su vida.
Arco iris celestial la bandera de alianza de
amar, Aleja viva, Mauricio vive y están en las estrellas.