domingo

Un silencio ,mas a tantos que se nos atrancan en el corazón todo se incuba, la rabia, la impotencia, el desconcierto, lo inexplicable, estamos en un mundo que pareciera no ser el nuestro, que no nos correspondiera a nuestras almas, nos perdemos a diario en nuestras búsquedas pero lo único verdadero ES EL AMOR lo que nos alienta lo que nos ayuda a darle un sentido a este gran absurdo, lo que nos permite mantener la fe, la seguridad que nada es vano, y que l final hay un hilo conductor que nos permite fortalecernos, y que esas grandes pruebas asedian a los seres mas sensibles, a aquellos que llenos de grandeza en su humilde diario acontecer miran al otro como ese mismo que somos todos. WP

miércoles


Es difícil pronunciar algo coherente ante el texto que me envías, sigue siendo la invitación a que la vida encuentre causes, siga regalando su esencia y permita avanzar con todo y el dolor que está ahí, recordándonos lo que nos inmoviliza, nos vende el ostracismo y el silencio como recurso también de vida, pero en sentido contrario, esto es negando el movimiento vital de sentirme parte de ese movimiento universal que me da un lugar que no siento mio y al no asumirlo me niego a mi mismo y al hacerlo no soy, o mejor soy yo mismo un no lugar desprovisto de belleza, negado, oscuro y sombrío que no quiero ver, no quiero adornar, no es mio, pero sigo siendo, siendo vacío un doloroso vacío sin sentido que se llena a veces de asuntos externos que terminan brindando una falsa sensación de lugar (la droga, el trabajo, el mesianismo, el deseo de tener un lugar, de hacerme a codazos un lugar, por eso el reconocimiento como incesante búsqueda para no sentirme vaciado, el lugar del reconocimiento que me llena temporalmente, que me reconcilia con lo que me niego).

El silencio se vuelve una manera de seguir estando y el aplazamiento o la negación se vuelven el recurso subrepticio de una búsqueda de sentido que no tiene una dirección precisa, es un bosque oscuro que transitas solo, al que no puedes invitar a nadie porque has sido confinado a él como castigo por lo que no hiciste, pero del que eres culpable si o si, como desentramparnos cuando hemos hecho de la racionalización un recurso para entender, o mejor para aceptar, para descargar ese peso de vergüenza que nos inunda y nos define en nuestro fuero muy interno, desde el silencio, mirando como se forman pequeñísimas burbujas que empiezan a salir a la superficie, aun de manera tenue, observando mucho, entendiendo mucho.

Te acompaño en este ingrato momento de tu vida, acompaño tu esencia humana que se duele y se asombra ante un acto de daño infringido de manera barbara, así quien lo hizo le haya puesto todos los filtros para que la culpa no lo toque....
Anónimo