"Remover
los soportes invisibles que sostienen esta realidad requiere mucha
entereza, mucha fuerza, implica toparse cara a cara y sin velos con la
indiferencia, la pasividad soterrada, la maldad disfrazada de burócrata,
la sordera manufacturada de los decididores y la mudez de los que
debieran unirse al clamor para gritar con voz potente... Muchos se
apartan del camino y cruzan la calle cuando se acercan demasiado a los
que sufren, muchos miran sin ver absolutamente nada y se cuidan de
manchar sus pupilas con lo que otros viven, otros caminan mirando al
suelo, esperando recoger las migajas que se le caen a los demás de los
bolsillos, todos ellos, buenas personas, caritativas, amables,
promulgadores de una ética más allá del bien y del mal... esos buenos,
esos amables, lo son porque aún no han sido tocados por el dolor, porque
por suerte o desdicha, están impermeabilizados a punta de formalismos,
legislaturas y códigos profesionales, cuya operatividad se cuida muy
bien de inmiscuirse en lo realmente cierto."
Anonima