Relato de una mujer que denunció la violación de la que fue víctima durante masacre de El Salado.
"Minutos después, el mismo paramilitar llegó empujando a un guerrillero y le ordenó que dijera cuáles de las mujeres tenían romances con compañeros suyos. El joven, con lágrimas en los ojos, ni siquiera levantó la cabeza, ni siquiera miró a las mujeres, sino que con el dedo pulgar señaló al azar, justo en el sitio donde estaba sentada Rosmira Torres, de 46 años, madre comunitaria y mamá de Luis Pablo Redondo, un joven maestro a quien acababan de arrancarle las orejas en la cancha, frente a decenas de saladeros cuyo castigo era presenciar el macabro espectáculo. VER RELATO